decorative

El poder de la continuidad: Cogestión de carteras

Impulsados por su deseo de ofrecer una administración responsable, el compromiso de los administradores con la responsabilidad compartida y la colaboración sentó las bases del modelo de cogestión de carteras y la planificación de la sucesión que MFS® aplica en la actualidad.

El sólido modelo de planificación de la sucesión con el que cuenta MFS hoy en día ha evolucionado del enfoque inicial de los administradores a la colaboración en la toma de decisiones. Impulsados por su deseo de ofrecer una administración responsable, su compromiso con esa responsabilidad compartida sentó las bases, hace 100 años, de la experiencia colectiva, la orientación y la transmisión de la filosofía de inversión intrínsecas de la cogestión de carteras y la planificación de la sucesión que ahora están integradas en el conjunto de la firma.

Cuando los administradores de MFS empezaron a gestionar Massachusetts Investors Trust (MIT) en 1924, se reunían en sus oficinas de Boston para analizar y comentar los valores durante horas. Se tomaron muy en serio su responsabilidad fiduciaria: los administradores tenían cada uno un voto y actuaban como un equipo a la hora de seleccionar las inversiones para la cartera, y el valor que obtenía más apoyos pasaba a formar parte de la cartera.

El proceso empezó a cambiar en la década de 1960, y hubo periodos durante los años 80 en los que MIT estuvo gestionada por una sola persona. Sin embargo, el reconocimiento de que la colaboración era esencial para la formación de MIT y la propia firma dio lugar a una serie de experimentos de cogestión en la década de 1990 con los que MIT recuperó el enfoque original y colaborativo de la entidad, si bien lo adaptó para ajustarse al crecimiento y la diversificación de su plataforma moderna.

Uno de los principales catalizadores de este cambio fue Lisa Nurme, que se incorporó a la firma en 1987 como analista y que en 1995 se convirtió en gestora de carteras del MFS Equity Income Fund, ahora llamado MFS Value Fund. En los últimos compases de los años 90, Nurme se preparaba para tomarse tres meses sabáticos. Dado que iba a ausentarse durante un periodo de tiempo nada desdeñable, ella y sus compañeros empezaron a considerar la posibilidad de incorporar un colaborador para que gestionara la cartera con ella. Pero no pretendían añadir a alguien para tan solo tres meses. En palabras de Nurme, «Se trataba de un colaborador permanente. No de alguien que iba a encargarse del fondo en mi ausencia y que luego se marcharía». Lo vieron como una oportunidad para dejar de lado el enfoque del gestor individual y volver a uno colaborativo.

Cuando llegó el momento en que Nurme inició su periodo sabático en 2002, ella y su cogestor, Steven Gorham, ya habían implantado un proceso satisfactorio. Nurme recuerda que mantenían «básicamente un diálogo constante... había mucha colaboración», y sus diferentes estilos de inversión eran complementarios, lo que puso de manifiesto el valor intrínseco de un modelo de cogestión: la diversidad de competencias, ideas y métodos se traduce en decisiones de inversión más sólidas.

La cogestión y la planificación de la sucesión también representan una forma de gestionar el riesgo, lo que protege a los clientes al gestionar las carteras en consonancia con sus intereses a largo plazo y les permite confiar más en MFS como socio leal y experimentado.


AAl mismo tiempo que comenzaron estas conversaciones en el Value Fund, MIT recuperó el modelo de cogestión de carteras y el MFS Research Fund también se estableció de este modo. Kevin Beatty, antiguo codirector de inversiones de renta variable y cogestor de carteras de MIT, recalcó que la capacidad para trabajar en equipo, en el conjunto de la firma y en todo el mundo, es el factor más crítico. Señaló que «la forma en que trabajamos con los demás nos hace mejores inversores», y el verdadero significado de la inversión es que «siempre pensamos primero en el accionista».

Implementar la cogestión en varios fondos en la década de 1990 fue un paso esencial en el desarrollo del singular modelo de planificación de la sucesión de MFS. La firma dedica el tiempo necesario para identificar al cogestor adecuado para un fondo concreto, por regla general mediante un exhaustivo proceso de búsqueda y selección dentro de la propia entidad. El planteamiento de MFS está pensado para garantizar la continuidad y preservar las relaciones con los clientes a largo plazo y, al mismo tiempo, mitigar la desestabilización que puede producirse cuando los gestores de carteras abandonan la firma. Tal como dice el actual consejero delegado de MFS, Mike Roberge: «En nuestra opinión, que haya dos personas cuestionándose sus ideas la una a la otra generará mejores resultados para nuestros clientes. Por otra parte, las personas se marchan de la organización por motivos diversos. De este modo, se da continuidad y el cliente sabe que habrá alguien a quien conoce al mando de esa cartera».

Esta cultura de la colaboración, en la que todo el mundo quiere comentar, cuestionar y afinar ideas, es lo que da lugar a decisiones e inversiones muy meditadas.

La cogestión y la planificación de la sucesión también representan una forma de gestionar el riesgo, lo que protege a los clientes al gestionar las carteras en consonancia con sus intereses a largo plazo y les permite confiar más en MFS como socio leal y experimentado.

Aunque los gestores cambien con el paso del tiempo, este enfoque nos ayuda a garantizar que la filosofía, el proceso de análisis y las estrategias de inversión de la firma se mantengan idénticos, y a que MFS continúe administrando el capital de forma responsable, amén de velar por el interés de los clientes otros 100 años más.



IMPORTANTE: No todos los fondos mencionados en el presente material podrían encontrarse disponibles para la venta en su país.

57458.1
close video