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La cara negativa de los picos de concentración del mercado

Este artículo aborda el creciente interés que suscitan las bolsas de concentración de mercado en el mundo. En él se examina la concentración extrema en el mercado y se exploran temas como la visión histórica de la concentración del mercado y los periodos siguientes a una concentración extrema.

AUTORES

Benjamin R. Nastou, CFA
Codirector de inversiones – Soluciones cuantitativas

Derek W. Beane, CFA
Gestor de carteras institucionales

Jonathan Perlman
Analista asociado cuantitativo sénior

Dado el éxito del grupo de los «siete magníficos» en Estados Unidos y de los GRANOLAS en Europa, ha habido muchas noticias en torno a los focos mundiales de concentración del mercado. Los grandes han crecido aún más y han aumentado su representación en los índices generales de los mercados. Debido a que algunos índices, como el S&P 500, están ponderados por la capitalización bursátil, el comportamiento superior de algunos de los valores con más volumen ha impulsado el mercado general, lo que ha encubierto el rendimiento mediocre de «la mayoría» de los valores. Hasta cierto punto, ha sido una fuerza que se autoperpetúa, ya que los flujos hacia los índices pasivos y los fondos cotizados (ETF) han crecido, y han intensificado el fenómeno. Desde el punto de vista de la rentabilidad, los beneficiados han sido los inversores basados exclusivamente en la gestión pasiva, dado el apoyo que estos pocos valores han prestado a la corriente de rentabilidad general. Si la exposición de su cartera está predispuesta a cantidades sustanciales de valores nucleares (core) de gran capitalización o de crecimiento de gran capitalización (como el índice S&P 500), puede que le haya ido bien. Todo lo demás ha sufrido en gran medida en términos relativos. Para ponerlo en contexto, observemos la rentabilidad acumulada durante el periodo de cinco años que finalizó el 31 de diciembre de 2023. Desde la perspectiva de la capitalización bursátil, los valores de gran capitalización rindieron un 126% y los de pequeña capitalización, un 61%, mientras que, desde la perspectiva del estilo, el crecimiento despuntó frente al «valor» en un 137% frente al 67%.1,2,3,4

Dada la extrema concentración del mercado, las preguntas lógicas que cabe plantearse son las siguientes:

  1. ¿Cómo es esta concentración en comparación con la historia?
  2. ¿Qué suele suceder tras los periodos de concentración extrema?

Perspectiva histórica

Hay varias formas de evaluar la concentración del mercado, pero todas parecen llevar a la misma conclusión: actualmente, estamos en uno de los periodos de más concentración de la historia moderna de Estados Unidos. Gran parte del análisis reciente en la prensa se centra en el S&P 500, lo cual está bien; sin embargo, aquí damos un paso atrás y examinamos todos los valores cotizados de EE. UU. en pos de la exhaustividad.5 Como muestra el gráfico 1, ha habido otros periodos de gran concentración del mercado, aunque ahora nos estamos acercando a los niveles más elevados del último siglo. No cabe duda de que esto no significa que no vaya a persistir un alto grado de concentración, y no tenemos una bola de cristal, pero echar un vistazo a las analogías históricas puede ayudarnos a informarnos sobre lo que puede ocurrir cuando cambie este régimen. 

Cabe señalar que los picos de concentración no siempre se producen en el mismo punto de un ciclo de mercado. Por ejemplo, algunos se han producido relativamente cerca de los máximos del mercado, cuando los inversores se agolparon en los valores favoritos (1973 y 2000), mientras que otros se produjeron cerca de los mínimos del mercado (1932 y 1957). 

¿Y después?

Los mercados se mueven por ciclos. Al igual que el «valor» frente al crecimiento, lo grande frente a lo pequeño, o estadounidense frente a no estadounidense, concentrado frente a diversificado es otro tipo de ciclo que los inversores deben tener en cuenta. Como se ha mostrado antes, al final los mercados alcanzan un punto de inflexión en la concentración en el que vuelven a una participación más amplia. Si existe cierto grado de disposición a aceptar la premisa de que, en algún momento, el régimen cambiará a un entorno menos concentrado y más diversificado, ¿cuánto puede durar esa relajación y qué implica para los distintos segmentos del mercado de renta variable? 

A partir de los picos de concentración enumerados en el gráfico 1, profundizamos a ambos lados del pico para examinar cuánto pueden durar las subidas que preceden al pico y cuánto puede durar la posterior reversión de estos ciclos de concentración.

En los periodos de concentración, los mercados se sobrecargan más y suelen favorecer los enfoques menos diversificados. Por el contrario, después de un máximo, la rentabilidad del mercado viene dictado históricamente por un porcentaje más amplio de valores y es más favorable a un enfoque diversificado. Aunque la duración de los ciclos que favorecen la concentración frente a la diversificación varía, por término medio son acontecimientos de larga duración, aproximadamente diez años. Incluso los más cortos duraban entre cuatro y cinco años, lo que, para muchos, se considera un ciclo de mercado completo. Para ponerlo en contexto en la situación actual, el periodo de diversificación de 2000 duró hasta abril de 2006, lo que significa que el actual aumento de la concentración se acerca a los 20 años, una cifra que supera con creces la media. No sabemos cuándo acabará, pero tenemos pruebas empíricas que demuestran que estamos en un extremo tanto en magnitud como en duración. 

La fluctuación de los mercados, y los altibajos de la popularidad de la concentración, pueden repercutir sin duda en otras dimensiones subyacentes del panorama de la renta variable. Lo hemos presenciado en los últimos años, a medida que el crecimiento de las grandes capitalizaciones recibía un impulso enorme frente a los segmentos de menor capitalización y los de «valor» del mercado. ¿Es esto lo habitual y qué ocurre cuando cambia la dinámica?

En el gráfico 3, se muestran los resultados medios anualizados y acumulados tras el pico de concentración a lo largo de varios periodos en los siguientes casos: Índice estadounidense equiponderado menos índice estadounidense ponderado por capitalización; índice estadounidense de pequeña capitalización menos índice estadounidense de gran capitalización; índice estadounidense de valor menos índice estadounidense de crecimiento. El conjunto de datos situado más a la derecha indica los resultados medios a lo largo de todo el ciclo de diversificación, como se indica desde un máximo hasta un mínimo en la concentración del mercado.

Como se ha demostrado, las áreas del mercado de renta variable con mejores resultados durante un ciclo de diversificación son, en términos históricos, las que han quedado rezagadas en los últimos años, y por un amplio margen. Concretamente, como se muestra en el gráfico 3, cabe observar lo siguiente:

  • Ancho: Los valores de renta variable equiponderados superaron significativamente a los ponderados por capitalización. Tras periodos de concentración excesiva, las carteras más diversificadas (es decir, carteras equiponderadas) superaron históricamente a las carteras ponderadas por capitalización más concentradas. Este hecho podría ser un buen augurio para los gestores activos, que suelen exhibir una mayor diversificación que los actuales índices ponderados por capitalización. Por definición, las carteras pasivas tradicionales tienen asignaciones a acciones equivalentes a las de los índices que siguen. Dado que un pequeño subconjunto de valores de alto rendimiento representa un porcentaje significativo de los índices de gran capitalización, cualquier presión sobre estas acciones podría someter a las carteras pasivas a un riesgo bajista sustancial. Los gestores activos disponen de la flexibilidad necesaria para diversificar con prudencia y evitar el riesgo de una concentración excesiva en sus índices de referencia. 
  • Tamaño: los valores de pequeña capitalización cosecharon rentabilidades superiores a sus homólogos de gran capitalización. Los inversores pueden estar dejándose rentabilidad sobre la mesa al no diversificar a lo largo del espectro de capitalización bursátil. Además, puede ser un buen augurio para algunos gestores activos, dado el sesgo de los índices de la gran capitalización, así como una posible oportunidad de tomar posiciones activas en un área del mercado que está menos cubierta, es menos eficiente y puede brindar una oportunidad mayor de impulsar el valor por medio de la selección de valores.
  • Estilo: Rentabilidad superior del estilo «valor» frente al crecimiento. Al igual que ocurre con el tamaño, a los inversores les conviene diversificar su exposición a los estilos. Queda claro que el crecimiento ha tenido un factor favorable recientemente, pero garantizar la diversificación de estilos puede ayudar a gestionar el perfil de rentabilidad cuando el crecimiento acabe por desvanecerse..

Por supuesto, nadie puede determinar a la perfección el momento en que la concentración alcanzará su máximo, aunque el aspecto alentador que se debe tener en cuenta estriba en que, en nuestra opinión, esto no tiene una importancia crítica. Nuestro análisis mostró resultados similares cuando se miden desde un punto de partida uno y dos años antes de los picos de concentración del mercado. Incluso si el inversor se adelanta, creemos que los beneficios de la diversificación pueden ser significativos cuando el ciclo cambie. Nuestra conclusión en esta cuestión es que garantizar una diversificación adecuada cobra más relevancia que el momento real de la diversificación.

Conclusión – Un argumento a favor de la diversificación

Dada la considerable fortaleza del mercado en la última década, en gran parte procedente de un solo segmento de mercado, es fácil caer en la trampa de olvidarse de las ventajas de la diversificación. Los libros de historia pueden describir el tema de los últimos diez años largos como un periodo de extrema concentración del mercado y de fuerte rentabilidad de un pequeño segmento del universo de inversión. No sabemos cuándo terminará este patrón, pero los datos demuestran que cuando se altera el liderazgo del mercado, los cambios pueden ser igual de drásticos y persistir durante el mismo tiempo, lo que históricamente favorece a un enfoque diversificado y activo.

 

Notas

1 Primeras 50 empresas del S&P 500 – Rentabilidad bruta.
2 Russell 2000® – Total Return.
3 Russell 3000® Growth – Total Return.
4 Russell 3000® Value – Total Return.
5 NYSE, American Stock Exchange, y NASDAQ a partir de la base de datos de Kenneth R. French - Data Library (dartmouth.edu) https://mba.tuck.dartmouth.edu/pages/faculty/ken.french/data_library.html#Research.

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