Siempre un enfoque activo y centrado en el futuro

Tras lanzar el fondo de inversión en 1924, MFS ha usado su voz y visión a largo plazo para configurar el sector con el fin de atender lo mejor posible a los inversores. Hace un siglo que MFS aprende de las lecciones para convertirlas en oportunidades, para que los clientes puedan capear lo que depare el mundo.

MFS siempre ha antepuesto la transformación e innovación al crecimiento de nuestro negocio. Hace 100 años que usamos nuestra voz y visión para configurar el sector con el fin de atender lo mejor posible a los inversores comunes e institucionales, evolucionando en un siglo de creación de riqueza que ha cambiado la forma en que vivimos.

Empezamos en 1924 con el lanzamiento del primer fondo de inversión, que hizo que invertir fuera más seguro y estuviera al alcance de todos.

En medio de la Gran Depresión y la desconfianza que imperaba, MFS creó uno de los primeros departamentos de análisis interno del sector para entender mejor lo que tendríamos en cartera antes de invertir.

Cuando la normativa pública amenazaba a los fondos de inversión, ejercimos presión sobre legisladores e incluso el presidente de EE. UU. para proteger el futuro del sector. Poco tiempo después, tuvimos un papel crucial en la redacción de la Ley de Sociedades de Inversión de 1940, que sigue siendo la guía para las sociedades de gestión de inversiones hoy en día.

Siempre con un enfoque activo y centrado en el futuro, fuimos pioneros en gestión activa de renta fija para ofrecer a los inversores una diversificación que respondiera mejor a sus necesidades.

A medida que los mercados se globalizaban, también lo hicimos nosotros, abriendo oficinas regionales para atender a clientes de todo el mundo y ofrecer más acceso a oportunidades de inversión.

Permanecer conectados a escala global pasó a ser fundamental para la creación de valor responsable.

Justo después de la burbuja de las «puntocom», integramos nuestros equipos de inversión de distintos continentes y clases de activos; esto supuso un cambio fundamental en la gestión del riesgo, que nos ayudó a evitar lo peor de la crisis financiera mundial de 2007 y que nos sigue ayudando a proteger los activos de los inversores hoy en día.

Seguimos centrándonos en el largo plazo, recurriendo a una diversidad de perspectivas y respondiendo estratégicamente al cambio para ayudar a nuestros clientes a capear lo que nos depare el mundo, desde una pandemia hasta una crisis múltiple.

Hace un siglo que aprendemos de las lecciones para convertirlas en oportunidades, y esto es lo que nos guiará en los próximos 100 años, mientras nos esforzamos por asegurar los millones de futuros que confían en nosotros. 

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