Centrarse en la exposición de las carteras a sectores y empresas con unos riesgos importantes desde el punto de vista financiero
Los inversores que deseen analizar los riesgos del capital natural en su estrategia de inversión pueden empezar a partir de una perspectiva amplia de la cartera antes de delimitarlos. Empezamos evaluando los tamaños de nuestras posiciones para entender dónde tenemos las mayores exposiciones, y a continuación nos planteamos dónde es más importante el riesgo del capital natural en esos sectores. Por ejemplo, la cadena de suministro de los alimentos depende mucho de los recursos naturales y también tiene un gran impacto sobre estos. A nivel de los emisores, tenemos en cuenta cuál es la importancia financiera del capital natural entendiendo cómo dependen de los recursos naturales las operaciones, los bienes y los servicios, e identificando los puntos vulnerables en esas cadenas de suministro. Esto consiste en identificar dónde están situadas las cadenas de suministro, si podrían perturbar las actividades de las empresas en las que invertimos, investigar si las empresas están tomando medidas proactivas para mitigar los riesgos para sus negocios, y también ver cuál es su exposición a los riesgos en las fases posteriores de la cadena de suministro.
Tras esta evaluación, nuestro enfoque en esta etapa consiste en elaborar una estrategia de implicación con las empresas basada en la diligencia debida, más que en recomendarles medidas específicas:
- ¿La cúpula directiva tiene siquiera en cuenta los riesgos y oportunidades del capital natural?
- ¿Han identificado y sometido a pruebas de resistencia los eslabones débiles de su cadena de suministro?
- ¿Están invirtiendo capital e I+D para resolver los posibles problemas?
- ¿Y están tratando de hacerlo a cierta escala?
Retos que se deben tener en cuenta a la hora de integrar el análisis del capital natural en las tesis de inversión
En nuestra experiencia, hay tres retos principales que surgen cuando se elaboran tesis de inversión para integrar los riesgos y oportunidades del capital natural. Primero, podría haber una cadena de suministro o de valor compleja para los sectores afectados. Nuestras investigaciones del sector de la alimentación nos han ayudado a entender que las marcas dependen en gran medida de las empresas comercializadoras de cereales para comprar materias primas, lo que significa que las marcas tienen poca visibilidad sobre las explotaciones agrícolas. Esto supone un problema, porque los objetivos de las marcas para poner fin a la deforestación en sus cadenas de suministro son más ambiciosos que los de las comercializadoras de cereales, que no consideran que sea su responsabilidad influir en el cambio; no obstante, las marcas tiene poca visibilidad sobre lo que sucede en las fases anteriores de la cadena a nivel de los agricultores.
Segundo, las normativas difieren en distintos lugares del mundo. Esto significa que las empresas fijan sus propias políticas sobre la base de las normativas de las áreas geográficas en las que operan ellas o sus cadenas de suministro. Cumplir unos objetivos de cero deforestación o positivos para la naturaleza exige que las empresas actúen en lugar de los gobiernos fijándose unos estándares mucho más estrictos que los de los reguladores; esto es mucho pedir de las empresas, cuando los incentivos de los equipos directivos aún se establecen con unos horizontes de tres a cinco años. Entender y seguir la normativa constituye una parte crucial del proceso de integración, ya que ayuda a determinar la magnitud y el calendario de los riesgos, además de aportar un contexto en el que implicarse con las empresas.
El tercer reto es entender las consecuencias financieras de que las empresas inviertan para resolver crisis del capital natural antes de conocer su cuenta de resultados. A las empresas puede costarles proporcionar orientaciones sobre el gasto de capital o I+D necesarios, ya que es posible que no dispongan de esas cifras. Es complejo, pero relacionarlo con la importancia en términos financieros para una empresa individual cobra crucial relevancia, porque estamos hablando de unos problemas sistémicos importantes para muchas empresas y países.
Colaborar con las organizaciones y acceder a recursos existentes para desarrollar los conocimientos
Hay varios marcos disponibles para entender las cuestiones relacionadas con la naturaleza. El Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con la Naturaleza (TNFD, en sus siglas en inglés) es una buena opción para los inversores que quieran implicarse con las empresas para mejorar su divulgación de información. Proporciona unas orientaciones para las entidades financieras, así como orientaciones sectoriales. El marco ya goza de una amplia adopción desde una perspectiva climática, de modo que las empresas ya saben cómo incorporarlo en su estrategia. Algunas organizaciones como Ceres y el Asia Investor Group on Climate Change (AIGCC, por sus siglas en inglés) son útiles para temas como la deforestación y los cambios en el uso del suelo. Cada organización tiene su propio nicho, así que es importante considerar qué firma concuerda mejor con el mandato de inversión.
El Carbon Disclosure Project (CDP) es un recurso que encontramos muy útil, pero está infrautilizado. El CDP realiza encuestas a las empresas sobre la silvicultura, el agua y el clima con una orientación financiera. Por ejemplo, en las encuestas se pide a las empresas que indiquen el porcentaje de sus ingresos que dependen de distintas materias primas en riesgo de deforestación, la proporción de sus actividades en áreas que presentan un bajo estrés hídrico, y el impacto financiero a unos plazos de tres, cinco y diez años si no se mitigan los riesgos. Puede que estas cifras no figuren en los informes anuales de las empresas, pero las encuestas del CDP las obligan a cuantificar estos riesgos. Aunque es posible que las cifras sean teóricas, exigen que las empresas reflexionen bien acerca de sus respuestas y localicen los riesgos en toda su organización. Estos datos están estandarizados y ofrecen un contexto útil para mantener una conversación con las empresas.